martes, 25 de octubre de 2016

Una película demasiado real. Asrian S


Había una vez, unos novios que se llamaban Carlos y Pepa  y que vivían en el campo tranquilamente. Les gustaba mucho ir al cine para ver películas de terror. Realmente, se reían de estas películas porque creían que no existían los zombis.
Todo era normal hasta que un día volviendo del cine, empezaron a escuchar ruidos raros y a ver las calles muy vacías. Cuando entraron a su casa, se encontraron con 10 zombis. Algunos estaban por el suelo casi muertos porque les faltaban extremidades y otros de pie rompiendo casas y con cara de tener hambre. Al ver todo esto, Carlos pegó un grito y los zombis fueron para él para comérselo.
Los vecinos escucharon tantos gritos que fueron a salvarles con un espantapájaros. Finalmente, Carlos y Pepa salieron vivos y nunca volvieron a ver una película de miedo.

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